lunes, 4 de abril de 2016

Carta a un ex- caballo de carreras

Desde muy niña siempre le encantaron los caballos. No sabe como empezó esa afición, pues ni sus familiares, ni amigos, eran cercanos al mundo del caballo.
Su primer sueño era poder montar, y el segundo tener su propio caballo.

Su familia intentó alargar lo primero lo máximo posible, y le prometieron que después de hacer la comunión podría ir. No es que fueran religiosos, pero era una forma de alargar el tema. El día de su primera comunión le regalaron todo el equipaje: botas, pantalón, casco,... fue un día genial!

Lo de comprar el caballo era mucho más difícil. Ella lo veía un sueño imposible. En casa habían muchas discusiones, sobre todo cuando tenía alguna caída. Su familia no sabía de caballos y tenían miedo. Su madre era la única que siempre la apoyaba!

Finalmente llegó el día, su abuela le prometió comprarle su caballo, y empezó la búsqueda. Comenzaron por las hípicas pero no encontraba el adecuado. Todos eran caballos perfectos, altos, jóvenes, muy guapos... y ella se sentía tan imperfecta y tan novata... tenía miedo. Estaba a punto de lograr su sueño, pero nadie en su familia entendía de caballos, quien la iba a ayudar??!!!. Después de lograr lo imposible, cómo iba a echarse atrás?

Entonces apareció él. Era un caballo de carreras que iban a retirar. Estaba lesionado de una mano, y tuerto de una paliza. Si no le encontraban dueño pronto, lo sacrificarían. Ella era una amazona de sólo 13 años, llena de las dudas e inseguridades propias de la adolescencia. Y lo vio claro: un caballo imperfecto, para una amazona imperfecta.

El principio fue muy muy duro. Una muchacha acostumbrada a los tranquilos caballos de las escuelas hípicas con un caballo de carreras maltratado. Fue un mal cóctel. Unido a los comentarios de la gente: "te han engañado, ese caballo está acabado", "ese caballo no sirve para nada, es un penco", etc... comentarios muy crueles que NUNCA deberían hacerse, y menos a alguien tan joven.

Incluso su madre flaqueó, llegó a pedirle que lo regalasen... pero ella no podía, se sentía la persona más fracasada del mundo, sentía que si se rendía jamás llegaría a ser una buena amazona.
Y siguió con su propósito, día a día, poco a poco, llorando mucho, teniendo que respirar y contar hasta 10 muchas veces... Y ahora que lo pienso imagino que el caballo también tuvo que contar hasta 10 muchas veces! jaja

Y la lucha tuvo sus resultados. Poco a poco comenzaron a entenderse, a convertirse en un auténtico binomio. A disfrutar de sus paseos y de su tiempo juntos. El caballo parecía saber lo que ella quería y se adelantaba, como si leyese sus pensamientos. Se convirtieron en un equipo. Fueron años muy felices. Lo habían conseguido!

Pasaron los años y ella comenzó a notar que a su compañero a veces le fallaban las patas, y decidió dejarlo de montar. Le hicieron pruebas y descubrieron que tenía las patas llenas de micro-fisuras, ella pensó que era el resultado de haber sido un caballo de carreras, pero la veterinaria fue tajante: había sido golpeado con una cadena de manera continuada.Sabía que había sido maltratado, pero saber eso fue muy muy duro. Fue un día muy triste.

En la actualidad, es un caballo muy mayor. Algunos días se echa mucho rato, y ella sabe que tal vez un día ya no se pueda levantar. Y vuelven los comentarios: "algún día se morirá, tienes que prepararte", " tanto dinero gastado en un caballo que ni siquiera se puede montar", "cuanta tontería por un simple caballo"...
Ella sabe que jamás podrá prepararse para ese día, es imposible que pueda mentalizarse a perder a su mejor amigo.

Por eso hoy, con este escrito, quiero pedirte perdón... Perdona por pensar que eras un caballo imperfecto... porque no lo eres. Siempre he pensado que los jinetes nacemos faltándonos una parte... esa parte solo puede llenarla nuestro caballo perfecto... y eso has sido y eres tu para mi.
Te ganaste mi corazón. Fuiste tan tan listo que lograste que esta amazona tan novata te entendiera, y me convertiste en un jinete medianamente decente. También ganaste esa carrera!.

Perdona y gracias. Gracias por todo lo que me has enseñado. Después de tantos años, sigues luchando, y demostrando que lo tuyo es una carrera de fondo. Ahora si te veo como lo que realmente eres: un caballo de carreras. Gracias.

2 comentarios:

  1. Debes mejorar tu redaccion

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    1. Gracias por el consejo. Aunque como siempre digo, invito a los anónimos a presentarse. En internet donde tenemos la libertad de expresarnos, si lo hacemos de forma anónima, se pierde validez. Así que te animo a presentarte.
      Un saludo!

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